La Unión Europea va mejorando los resultados en materia de educación y formación, pero el progreso es tan lento que no se alcanzarán la mayoría de los objetivos de reforma establecidos para 2010. Estas son las principales conclusiones de dos informes presentados por la Comisión Europea. El primero de ellos es el Informe de la Comisión sobre los avances hacia los objetivos de Lisboa en el ámbito de la educación y la formación: indicadores y puntos de referencia 2009, que analiza los progresos de los Estados miembros.
Según este informe, a nivel comunitario solamente se ha alcanzado el objetivo de incrementar el número de graduados en matemáticas, ciencias y tecnologías, mientras que no se han conseguido los retos de aumentar la participación de adultos en el aprendizaje permanente, la reducción del porcentaje de abandono escolar y el incremento del número de jóvenes que finalizan el segundo ciclo de enseñanza secundaria. Además, desde el año 2000 se han deteriorado los resultados en capacidad de lectura de los jóvenes de 15 años.
En lo que a España se refiere, no sólo no ha logrado reducir la tasa de abandono escolar, sino que ésta ha aumentado del 29,1% en el año 2000 al 31,9% en 2008, frente a la media del 14,9% de la UE. Únicamente Malta y Portugal registran peores resultados que España, mientras que Polonia (con un 5%) es el que presenta mejores indicadores.
España también retrocede posiciones en comprensión lectora. La tasa de alumnos de 15 años con problemas de lectura aumentó del 16,3% en el año 2000 al 25,7% en 2006, frente al 24,1% de la media europea. Rumanía es el país que ofrece peores resultados (con un 53,5%), mientras que los mejores resultados son para Finlandia (4,8%).
En 2008, sólo el 60% de los jóvenes españoles de 22 años han completado la educación secundaria no obligatoria, una cifra bastante alejada del objetivo europeo del 85% y también por debajo de la media europea (78,5%). España es el tercer país con peores resultados en este aspecto, sólo superada por Malta (53%) y Portugal (54,3%), mientras que los mejores resultados son para Eslovaquia (92,3%).
Aspectos que han mejorado
Por otra parte, sí se ha observado una mejora a nivel europeo en el incremento de niños de muy corta edad en la enseñanza. Además, el número de adultos en edad de trabajar con bajo nivel educativo se ha reducido en más de un millón de personas al año desde 2000. Sin embargo, todavía se contabilizan 77 millones de adultos con estas características.
Otros ámbitos en donde se ha avanzado son el aprendizaje de idiomas en las escuelas y la movilidad de los estudiantes en la educación terciaria, que se ha incrementado más del 50% desde 2000.
España, por su parte, ha logrado aumentar en un 12,4% el porcentaje de diplomados en matemáticas, ciencia y tecnología entre 2000 y 2007, aunque se sitúa por debajo de la media de la UE (33,6%). Los peores resultados corresponden a Irlanda (-3,6%) y los mejores a Eslovaquia (+129,9%).
Por último, España ha aumentado el porcentaje de población adulta que participa en formación continua, desde el 4,1% en 2000 hasta el 10,4% en 2008, aunque no alcanza el objetivo del 12,5%. Bulgaria (1,4%) es la que obtiene los peores resultados, mientras que Dinamarca (30,2%) obtiene los mejores.
Prioridades para el futuro
Por otro lado, el Proyecto de informe conjunto de 2010 sobre la ejecución del programa de trabajo Educación y formación 2010 evalúa el progreso global y establece prioridades para el futuro. Entre sus conclusiones se valora el hecho de que muchos países estén utilizando el Marco Europeo de Competencias Clave como punto de referencia en sus reformas educativas.
El primer reto consiste en garantizar que todos los estudiantes se beneficien de metodologías innovadoras, aunque también es necesario poner en práctica el aprendizaje permanente, incrementar la movilidad y hacer que la formación sea más adecuada a las necesidades del mercado de trabajo y la sociedad.
La inversión por estudiante se ha incrementado en todos los niveles educativos, aunque el crecimiento del gasto por estudiante en la educación terciaria ha sido menor que en los demás niveles. Así, los estados miembros de la UE deberían incrementar su inversión en más de 10.000 euros de media por estudiante al año en la educación superior para alcanzar los niveles de EE.UU.
En España, la inversión pública en educación (4,28% del PIB en 2006) está por debajo de la media comunitaria (5,05%), y muy alejada de países como Dinamarca (8%). En estos momentos, sólo Finlandia cumple ya los cinco objetivos marcados para 2010, mientras que Polonia, Suecia y Eslovenia se encuentran cerca.
El Ejecutivo comunitario ha atribuido los malos resultados de España a la llegada masiva de inmigrantes, más susceptibles al abandono escolar y a los problemas de comprensión lectora. Además, tampoco ayudó el fuerte crecimiento experimentado por la economía española antes de la crisis, que alejaba a los jóvenes del sistema escolar por la facilidad de encontrar empleo. Pese a todo, las consecuencias positivas de las reformas del sistema educativo elaboradas en los últimos años podrán verse en el próximo informe PISA, según afirma Anders Hingel, uno de los responsables del departamento de Educación del Ejecutivo comunitario.
Según este informe, a nivel comunitario solamente se ha alcanzado el objetivo de incrementar el número de graduados en matemáticas, ciencias y tecnologías, mientras que no se han conseguido los retos de aumentar la participación de adultos en el aprendizaje permanente, la reducción del porcentaje de abandono escolar y el incremento del número de jóvenes que finalizan el segundo ciclo de enseñanza secundaria. Además, desde el año 2000 se han deteriorado los resultados en capacidad de lectura de los jóvenes de 15 años.
En lo que a España se refiere, no sólo no ha logrado reducir la tasa de abandono escolar, sino que ésta ha aumentado del 29,1% en el año 2000 al 31,9% en 2008, frente a la media del 14,9% de la UE. Únicamente Malta y Portugal registran peores resultados que España, mientras que Polonia (con un 5%) es el que presenta mejores indicadores.
España también retrocede posiciones en comprensión lectora. La tasa de alumnos de 15 años con problemas de lectura aumentó del 16,3% en el año 2000 al 25,7% en 2006, frente al 24,1% de la media europea. Rumanía es el país que ofrece peores resultados (con un 53,5%), mientras que los mejores resultados son para Finlandia (4,8%).
En 2008, sólo el 60% de los jóvenes españoles de 22 años han completado la educación secundaria no obligatoria, una cifra bastante alejada del objetivo europeo del 85% y también por debajo de la media europea (78,5%). España es el tercer país con peores resultados en este aspecto, sólo superada por Malta (53%) y Portugal (54,3%), mientras que los mejores resultados son para Eslovaquia (92,3%).
Aspectos que han mejorado
Por otra parte, sí se ha observado una mejora a nivel europeo en el incremento de niños de muy corta edad en la enseñanza. Además, el número de adultos en edad de trabajar con bajo nivel educativo se ha reducido en más de un millón de personas al año desde 2000. Sin embargo, todavía se contabilizan 77 millones de adultos con estas características.
Otros ámbitos en donde se ha avanzado son el aprendizaje de idiomas en las escuelas y la movilidad de los estudiantes en la educación terciaria, que se ha incrementado más del 50% desde 2000.
España, por su parte, ha logrado aumentar en un 12,4% el porcentaje de diplomados en matemáticas, ciencia y tecnología entre 2000 y 2007, aunque se sitúa por debajo de la media de la UE (33,6%). Los peores resultados corresponden a Irlanda (-3,6%) y los mejores a Eslovaquia (+129,9%).
Por último, España ha aumentado el porcentaje de población adulta que participa en formación continua, desde el 4,1% en 2000 hasta el 10,4% en 2008, aunque no alcanza el objetivo del 12,5%. Bulgaria (1,4%) es la que obtiene los peores resultados, mientras que Dinamarca (30,2%) obtiene los mejores.
Prioridades para el futuro
Por otro lado, el Proyecto de informe conjunto de 2010 sobre la ejecución del programa de trabajo Educación y formación 2010 evalúa el progreso global y establece prioridades para el futuro. Entre sus conclusiones se valora el hecho de que muchos países estén utilizando el Marco Europeo de Competencias Clave como punto de referencia en sus reformas educativas.
El primer reto consiste en garantizar que todos los estudiantes se beneficien de metodologías innovadoras, aunque también es necesario poner en práctica el aprendizaje permanente, incrementar la movilidad y hacer que la formación sea más adecuada a las necesidades del mercado de trabajo y la sociedad.
La inversión por estudiante se ha incrementado en todos los niveles educativos, aunque el crecimiento del gasto por estudiante en la educación terciaria ha sido menor que en los demás niveles. Así, los estados miembros de la UE deberían incrementar su inversión en más de 10.000 euros de media por estudiante al año en la educación superior para alcanzar los niveles de EE.UU.
En España, la inversión pública en educación (4,28% del PIB en 2006) está por debajo de la media comunitaria (5,05%), y muy alejada de países como Dinamarca (8%). En estos momentos, sólo Finlandia cumple ya los cinco objetivos marcados para 2010, mientras que Polonia, Suecia y Eslovenia se encuentran cerca.
El Ejecutivo comunitario ha atribuido los malos resultados de España a la llegada masiva de inmigrantes, más susceptibles al abandono escolar y a los problemas de comprensión lectora. Además, tampoco ayudó el fuerte crecimiento experimentado por la economía española antes de la crisis, que alejaba a los jóvenes del sistema escolar por la facilidad de encontrar empleo. Pese a todo, las consecuencias positivas de las reformas del sistema educativo elaboradas en los últimos años podrán verse en el próximo informe PISA, según afirma Anders Hingel, uno de los responsables del departamento de Educación del Ejecutivo comunitario.
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